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Introducción


El acceso y la proximidad a espacios verdes públicos representa un elemento indispensable para garantizar condiciones de habitabilidad adecuadas y mejorar la calidad de vida para todo el mundo, sobre todo en contextos urbanos muy densos y consolidados, como es el caso de Barcelona. Los beneficios socioambientales proporcionados por el verde urbano son, entre otros, el fomento de las relaciones sociales, el incremento de la biodiversidad animal, la mitigación de los efectos del cambio climático o la disminución de la contaminación atmosférica y acústica. Asimismo, hay un amplio consenso en que el acceso a espacios verdes de calidad tiene una correlación muy positiva con la dedicación a la actividad física al aire libre, además de generar efectos beneficiosos en la disminución de estrés, soledad no deseada y procesos de depresión, sobre todo entre las personas mayores.

Así pues, la proximidad y la accesibilidad a espacios verdes de calidad, que integran el verde urbano de la ciudad en diferentes formas, se hace imprescindible para conseguir la cohesión social y el bienestar integral de las personas que la habitan.

El presente documento se propone hacer una aproximación más detallada sobre el nivel de proximidad a los espacios verdes públicos de la ciudad para los diferentes perfiles de población. El objetivo de este análisis es identificar zonas de la ciudad donde una mayor escasez de verde puede afectar negativamente a la vida cotidiana y al bienestar de las personas, sobre todo a los niños y niñas y a las personas mayores, a la hora de disfrutar de los espacios públicos —con potenciales repercusiones negativas en su salud y bienestar—.


El verde público como servicio básico




Si entendemos la ciudad como una proveedora de servicios y el verde público como uno de los servicios básicos que proveer a la ciudadanía, el nivel de disfrute de este servicio se configura como la relación entre la oferta —o provisión— de espacios verdes, y sus características, en la ciudad y su accesibilidad, teniendo en cuenta tanto la distancia como la presencia de barreras físicas o condicionantes de movilidad a pie.

En el mapa ilustrado a continuación se consideran todos los espacios verdes públicos (parques, interiores de manzana enverdecidos y plazas verdes) de libre acceso para la ciudadanía y de tamaño superior a las 0,5 hectáreas. También se incorporan los puntos de acceso al parque natural de Collserola y al parque fluvial del Besòs. En total se analiza la proximidad a 190 espacios verdes de la ciudad, entre los cuales se incluyen:

    • Parques históricos (definidos como históricos por el Ayuntamiento de Barcelona)
    • Parques y jardines (son la base de la infraestructura verde urbana de la ciudad)
    • Interiores de manzana enverdecidos
    • Plazas verdes (plazas con más de un 30 % de cobertura vegetal y un 40 % de suelo permeable)
    • Puntos de acceso al parque natural de Collserola y al parque fluvial del Besòs

Quedan fuera del alcance del estudio los jardines privados y otros espacios no gestionados como espacios públicos.

Áreas con menos proximidad al verde




De cara al análisis de proximidad se consideran variables como la velocidad de desplazamiento a pie, la pendiente topográfica de las calles y la presencia de elementos para la mejora de la movilidad vertical, definidos de la siguiente manera:

    - Velocidad de desplazamiento de la población en función del grupo de edad.. De 0 a 4 años y de 75 años y más —considerados colectivos más vulnerables— la velocidad es de 2 km/h, mientras que para el resto de edades la velocidad ha sido 4 km/h.

    - Pendiente topográfica de las calles.. Cuanto más pronunciada es la pendiente, menor será la velocidad de desplazamiento. El resultado es que los parques que se encuentran en zonas de fuertes pendientes cubren áreas más pequeñas que los parques que se encuentran en zonas llanas.

    - Presencia de elementos para la mejora de la movilidad vertical (ascensores y escaleras mecánicas). Se han considerado diferentes velocidades de desplazamiento en aquellos tramos con presencia de escaleras mecánicas y ascensores. En particular, se aplica 1,8 km/h por las escaleras mecánicas, mientras que por los ascensores se suma medio minuto al tiempo de desplazamiento del tramo para recrear el tiempo de espera y funcionamiento del ascensor.

El objetivo final del ejercicio es detectar, a una escala de ciudad y de forma orientativa, dónde se encuentran las personas afectadas por una carencia de proximidad a espacios verdes públicos, es decir, personas que tienen que andar más de 5 minutos para disfrutar de uno.

El siguiente mapa ilustra el nivel de proximidad de los espacios verdes públicos, expresado como tiempo de distancia a pie y calculado por diferentes colectivos demográficos en función de la edad y, por lo tanto, diferentes velocidades de desplazamiento. Para poder ver alternativamente los resultados por cada uno de los grupos de población, seleccione la franja de edad deseada en la leyenda situada a la izquierda del mapa.

Fuente: Barcelona Regional.

¿Dónde se encuentra la población más vulnerable?




Mientras la escasez de verde de proximidad puede representar un detonante de vulnerabilidad para el conjunto de la población, hay que destacar algunos perfiles que, por razones de edad o de condiciones de salud, son más vulnerables que otros. En este sentido, los grupos demográficos con más limitaciones de movilidad a pie, independientemente de sus condiciones de salud, así como de la presencia de barreras físicas importantes, son los niños y niñas y las personas mayores.

Delimitación de los puntos más críticos

Con el objetivo de delimitar las áreas donde la población tiene menos acceso al verde público de la ciudad, el mapa a continuación cruza la información territorializada sobre la proximidad a los espacios analizados en el apartado anterior con dos conjuntos de datos demográficos:

     1) El padrón del año 2018 —desagregado por franjas de edad (0-4, 5-14, 15-34, 36-74, 75 y más años), a nivel de manzanas residenciales—, para saber dónde hay más densidad de residentes.
     2) Los equipamientos públicos —clasificados según tipología, y conectados a los grupos de edad—, para identificar las áreas de la ciudad potencialmente más utilizadas por determinados colectivos de población.

Con los primeros se ha podido delimitar las áreas con más densidad de residentes, desagregados por franjas de edad, mientras que los segundos han servido para identificar las áreas de la ciudad potencialmente más utilizadas por los diferentes grupos de población, partiendo de la hipótesis de que las áreas con más concentración de equipamientos, especialmente dirigidos a estos públicos, son también las que recibirán una mayor afluencia de estos colectivos de personas.

La finalidad de este ejercicio es destacar, de forma cualitativa, aquellas áreas donde se presenta una intersección de los valores más elevados de exposición al riesgo —en este caso, carencia de proximidad al verde—, con las manzanas con una densidad de población empadronada por encima de la media de la ciudad y las áreas con una alta concentración de equipamientos destinados al grupo de edad objeto de estudio.

No obstante, hay que precisar que la pregunta “¿dónde se encuentra la población más vulnerable?” no puede contar con una única respuesta, ya que la población se mueve en función de la hora del día, del trabajo y de las actividades que hace en su tiempo libre. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que se trata de una aproximación que intenta dar respuesta a la pregunta en base a los datos de los que podemos disponer. Son, por lo tanto, mapas que requieren de una lectura a gran escala y que hay que contextualizar teniendo en cuenta estos aspectos

El siguiente mapa cruza el nivel de proximidad de los espacios verdes públicos (velocidad 2 km/h) con la densidad y concentración de población por grupos de edad (menores de 5 años y mayores de 75 años). Para poder ver alternativamente los resultados por cada uno de los grupos de población, seleccione la franja de edad deseada en la leyenda situada a la izquierda del mapa.

Fuente: Barcelona Regional.

El siguiente mapa cruza el nivel de proximidad de los espacios verdes públicos (velocidad 4 km/h) con la densidad y concentración de población por grupos de edad (entre 5 años y 75 años). Para poder ver alternativamente los resultados por cada uno de los grupos de población, seleccione la franja de edad deseada en la leyenda situada a la izquierda del mapa.

Fuente: Barcelona Regional.

Finalmente, cruzando las zonas donde se registra más densidad de población y equipamientos del grupo de edad más vulnerable —menores de 5 años y 75 años o más— con la información sobre las áreas donde hay más déficit de espacios verdes públicos se identificaron unos puntos críticos, de mayor vulnerabilidad. Esta coincidencia entre cada uno de los tres niveles superiores de distancia a pie (5-10 minutos, 10-15 minutos, más de 15 minutos) y las áreas de mayor densidad poblacional y concentración de equipamientos genera una gradación del nivel de vulnerabilidad que queda recogida en los seis niveles siguientes:

1P. De 5 a 10 minutos de distancia, coincidente con concentración de población
1PE. De 5 a 10 minutos de distancia, coincidente con concentración de población y equipamientos
2P. De 10 a 15 minutos de distancia, coincidente con concentración de población
2PE. De 10 a 15 minutos de distancia, coincidente con concentración de población y equipo
3P. Más de 15 minutos de distancia, coincidente con concentración de población
3PE. Más de 15 minutos de distancia, coincidente con concentración de población y equipamientos

A partir de las categorías definidas en la tabla anterior, el siguiente mapa evidencia los puntos de mayor vulnerabilidad en el tejido urbano por los diferentes grupos de edad. Para poder ver alternativamente los resultados por cada uno de los grupos de población, seleccione la franja de edad deseada en la leyenda situada a la izquierda del mapa.



Fuente: Barcelona Regional.


Por lo general, hay varias zonas de la ciudad que demuestran tener un déficit de espacios verdes públicos de proximidad, sea cual sea la velocidad utilizada para el análisis. Independientemente del grupo de edad analizado, estas áreas de mayor déficit engloban amplias zonas del barrio de Gràcia, buena parte de L’Eixample central (entre la calle de Casanovas y alrededores del paseo de Gràcia), el barrio Gòtic, el Camp de l’Arpa y el área del 22@ en el barrio del Poblenou.

Si nos fijamos solo en los resultados obtenidos en los mapas de población vulnerable (grupos de edad de 0 a 4 años y de 75 años y más, 2 km/h de velocidad a pie), se observa que hay que añadir muchas otras zonas deficitarias a las ya destacadas en el mapa de proximidad del verde público. Entre estas encontramos, por ejemplo, los barrios de Sant Antoni y el Poble-sec, Sants y la Maternitat o la Verneda y el Besòs; también identificamos una falta de espacios verdes de proximidad en buena parte de los barrios de Horta-Guinardó, ya que, pese a tener grandes parques cerca, estos son de difícil acceso al encontrarse en zonas de pendientes pronunciadas.

Con la finalidad de completar el análisis, se han extraído datos de población clasificados según su proximidad a los espacios verdes. Los gráficos 1 y 2 permiten ver hasta qué punto la población de los grupos de edad considerados vulnerables constan de una menor proximidad a los espacios verdes en comparación con la población del resto de los grupos de edad. Los resultados muestran cómo prácticamente la mitad de la población de entre 5 a 74 años cuenta con un espacio verde público de más de 0,5 hectáreas a menos de 5 minutos a pie, mientras que, para la población considerada vulnerable, la proporción es solo del 20 %. De hecho, cerca de un 50 % de la población vulnerable tiene el espacio verde más próximo a más de 10 minutos.

Gráfico 1. Población vulnerable (grupos de edad de 0 a 4 y de 75 años y más) en función de su proximidad al espacio verde público (>5 ha) más próximo, expresado como minutos a pie.


Fuente: Barcelona Regional a partir de datos del padrón 2018, Ayuntamiento de Barcelona.


Gráfico 2. Población entre 5 y 74 años, en función de su proximidad al espacio verde público (>5 ha) más próximo, expresado como minutos a pie.



Fuente: Barcelona Regional, a partir de datos del padrón 2018, Ayuntamiento de Barcelona.


Por último, se ha querido identificar cuáles son los barrios donde la población vulnerable (>5 años y > 75 años) cuenta con una menor proximidad a los espacios verdes. El gráfico 3 muestra los 10 primeros barrios en número de habitantes de ese colectivo que no disponen de ningún espacio verde a menos de 15 minutos.

Gráfico 1. Población vulnerable (<5 años y >75 años) sin ningún espacio verde público (>5 ha) a menos de 15 minutos a pie, por barrios.


Fuente: Barcelona Regional, a partir de datos del padrón 2018, Ayuntamiento de Barcelona.




Actuaciones relacionadas


El Ayuntamiento de Barcelona tiene unos objetivos ambiciosos para el incremento y mejora de la infraestructura verde de la ciudad. Concretamente, el objetivo establecido en el Compromiso de Barcelona por el clima, recogido también por el Plan Clima (2018) y más recientemente en la Declaración de emergencia climática (2020), es el de incorporar 1,6 km2 de verde para el 2030. Todas aquellas medidas que busquen el incremento del verde urbano serán clave para generar verde de proximidad que sea más accesible a la población, así como para reforzar la calidad y ampliar el abanico de los servicios socioambientales que la infraestructura verde provee.

A lo largo de los últimos años se han promovido una serie de planes de acción, entre los que destacan la medida de gobierno “Programa de impulso a la infraestructura verde urbana” (2017) o el Plan del verde y de la biodiversidad de Barcelona 2020, que concretan medidas por el aumento de la infraestructura verde, su mejora a través de la conservación de la biodiversidad urbana y una vida ciudadana con una naturaleza próxima y que aporte bienestar y salud.

Entre las principales iniciativas llevadas a cabo los últimos años destacan, por un lado, los grandes proyectos de ciudad de incremento de la infraestructura verde y, por otro, los pequeños espacios de oportunidad. Entre las actuaciones de gran potencial tenemos la Canopia Urbana (plaza de las Glòries Catalanes), los jardines del Doctor Pla i Armengol (Mas Ravetllat), el nuevo eje verde en Cristóbal de Moura o la transformación de la avenida Meridiana, así como el incremento del verde vinculado a procesos de pacificación, como la reurbanización de la supermanzana del barrio de Sant Antoni, que potencialmente se puede seguir extendiendo a otros puntos de la ciudad. Entre las actuaciones de pequeña escala, se ha trabajado en la promoción de azoteas y cubiertas verdes, la cesión de espacios en desuso para potenciar la agricultura con el Plan Buits y la instalación de jardines verticales en medianeras. Más recientemente, el nuevo planeamiento para el 22@ y la definición de ejes verdes en L’Eixample suponen una gran oportunidad para una transformación estructural que integre la infraestructura verde y los servicios ambientales en la trama urbana.

Otra de las intervenciones de transformación destacadas es la naturalización de la ciudad. Aunque es una línea de trabajo ya impulsada con anterioridad, el impacto de la pandemia de la COVID-19 y las medidas tomadas para disminuir la propagación de los contagios, con las consiguientes reducciones de movilidad y actividad en general que ha comportado, a nivel ambiental se ha traducido también en el desarrollo natural de parques, jardines, márgenes y huertos urbanos. Estas transformaciones, aceleradas en el contexto del confinamiento, se quieren potenciar a través de un mantenimiento que, sin disminuir los estándares de calidad, contribuya a la naturalización de la ciudad y a avanzar en la lucha contra los efectos de la emergencia climática.

El programa de resiliencia de Barcelona quiere contribuir a poner en valor el esfuerzo de implementación de medidas de cariz estructural para incrementar el verde y los servicios socioambientales que aportan. Es también una oportunidad para impulsar, priorizar y poder localizar en los territorios más vulnerables medidas que contribuyan a la transformación del espacio urbano a través de la infraestructura verde, con el fin de explotar su potencial como elemento generador de resiliencia en relación con retos ambientales (contaminación, termorregulación y mitigación del efecto isla de calor...), pero también sociales, reconociendo su valor como elemento imprescindible para conseguir el bienestar integral de las personas que habitan la ciudad.

Para consultar el estudio completo, haz click aquí
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